Un dormitorio oriental
Aunque este dormitorio no presenta las características comunes de la decoración oriental, tiene algunos detalles que hacen que lo situemos en un ambiente japonés.
En medio de la sencillez de su decoración y la pureza del color blanco, encontramos a modo de lámpara un tradicional farolillo de papel, que inevitablemente nos recuerda a los farolillos japoneses, además, el mural de la pared principal nos ofrece un estampado que nos transporta directamente a un paisaje típico de Japón.
Cómo os decía anteriormente, sólo estos dos detalles nos pueden hacer pensar en decoración oriental, ya que sin ellos este dormitorio podría encasillarse dentro de la decoración nordica o moderna. Una idea de cómo tan sólo dos elementos pueden cambiar el estilo de una estancia por completo.
No quiero pasar por alto otros elementos importantes en el dormitorio cómo el suelo de madera blanquecina, la cesta a los pies de la cama, las sábanas blancas con toques en gris oscuro y una maravillosa estufa rinconera que va del suelo al techo, que aunque no tengan nada que ver con el estilo oriental, forman parte de la decoración de este bonito dormitorio.