Decoración en Amarillo

El color amarillo es un color brillante, alegre y vibrante, que puede hacer de nuestro entorno un lugar acogedor e inspirador. Sabemos, por otro lado, que para los supersticiosos, este color tiene una parte negativa, y puede causar miedo o temor.

El amarillo en decoración, es capaz de inyectar a nuestro hogar  positivismo y cargarlo de luz y alegría. Aunque tiene numerosas tonalidades, casi todas irradian vida.

Podemos aplicar este color alrededor de toda una estancia, pero mi recomendación es salpicarlo, introduciéndolo con elementos decorativos y mobiliario.

Dentro del color amarillo podemos encontrar variedades cómo Ocre Dorado, Arena, Miel, Cítrico, Amarillo Lima, Dorado… y muchas otras tonalidades.

Los amarillos combinan bien con rosas y naranjas. Los azules y amarillos (colores complementarios) forman una combinación exquisita, sobre todo con tonos cómo el turquesa, azul marino o azul verdoso. También hace una combinación perfecta con verdes oscuros y apagados, cómo el oliva.

El amarillo es un color ideal para combinar con muebles de madera, haciendo que la estancia sea más cálida y acogedora. No debemos abusar de este color, ya que en exceso puede causar un efecto agobiante y perturbador. Por eso, mi consejo es introducirlo en pequeñas dosis, contrastando con otro colores. Si es en grandes cantidades, utilizar tonalidades pasteles y ocres, que son las menos agresivas.

Trucos del color

En exceso, puede tener un efecto perturbador e inquietante.

El amarillo claro representa inteligencia, originalidad y alegría, en resumen, es un color agradable de ver y no cansa.  El amarillo pálido y tirando a marrón es lúgubre y muy triste, se asocia al deterioro y a la enfermedad, en este caso, si se busca un color amarillento pero no chillón para el hogar más vale decantarse por un amarillo anaranjado o verdoso.

Un hogar a la última.  Para la temporada  que se avecina se anuncian con fanfarrias los colores que “recuperan” la naturaleza  en casa. Fuera los grises, plateados y futuristas.